Escaparate 2024-06-20T20:19:57+00:00

Esperando a Montgomery

En un alarde de imaginación, la novela nos presenta la fantasiosa existencia de un grupo de inventados personajes que representan a los que, habiendo llamados para formar parte de una novela o cuento, quedaron relegados al olvido por descarte del escritor que los había pergeñado.

Cuentos de Ciudad Ajada

Un volumen de relatos es en sí mismo una suerte de antología, y su recopilación nos permite viajar en el tiempo experimental de las sensaciones, las atmósferas, los encuentros con seres sorprendentes, las voces, las modas, aquellas músicas, estos licores, cualquier clase de guiño o su ausencia…, atravesando ventanas y mapas, volando por el cielo falso de los teatros como lo hizo Nijinski aquella noche en París.

Años de vida

Alguien dijo que las palabras saben más de nosotros que nosotros de ellas, de ahí que la invitación a adentrarnos en Años de vida se sustente en la certeza de que la realidad es lo más misterioso que nos depara la vida.

Pequeño laberinto armónico

Él y Ella pasan las tardes en un café y se acompañan de novelas que leen de manera compartida, en voz alta. Pero en esta ocasión uno de ellos asiste a la cita con una tableta que contiene un inusitado videojuego.

Apabullante silencio extranjero

Cuando las palabras se agotan nos invade un «apabullante silencio extranjero». Eso ocurre en nuestra idealizada Ciudad Ajada, un territorio cuyas calles recorremos, de la catedral al mercado de La Fontana, dando cuenta del fatal desequilibrio entre la tradición y la modernidad.

La agonía del pez tarado

El lenguaje rico e imaginativo en que se apoya La agonía del pez tarado, los saltos no exentos de humor entre realidad y ensoñación (testimonio y artificio), el desfile de personajes tan originales como entrañablemente próximos, el peculiar transcurso temporal o las vivencias narradas a partir de perspectivas acomodadas al interés poético, e incluso terapéutico, caracterizan esta novela en la que su protagonista, a punto de morir, recorre en tan sólo un cuarto de hora, y en función de unas en extremo mermadas posibilidades, sus vivencias, esperanzas, compañías, paisajes, sentimientos y, en suma, su fracaso.

Amanece en Praga

“Amanece en Praga” representa un testimonio demoledor del conflicto personal que padecen aquellos seres irremediablemente condicionados por los hechos externos y ajenos a su voluntad, ya sea buscando refugio en la nostalgia, ya dejándose arrastrar por la esperanza.

Pabellón de eternos

Hermoso recorrido por diversas novelas sobresalientes, tratadas desde diferentes prismas que van desde la entrevisa apócrifa y reveladora (Lezama Lima) hasta la reivindicación de la prosa aferrada al medio (Cela), pasando por la importancia de la ubicación histórica y sus efectos (Lampedusa) o resaltando el hecho social (Böll), el estilo narrativo (Barnes), el autobiografismo (Duras), etcétera. Cada novela aquí comentada parte de un enfoque diferente al de las demás. Por eso mismo, la lectura de Pabellón de Eternos se hace, a la vez que enriquecedora, entretenida y necesaria. Es decir, cada novela aquí presente nos aporta un nuevo placer, una impagable guía y una agradable sorpresa.

Los días de la pereza

Dulce Ausencia es la salvación del escritor improductivo, incapaz, pues le dicta su historia imposible para que éste componga el libro que tiene comprometido, aun sabiendo que con él pondrá el punto final a la Gran Historia Universal de la Literatura, su pasión. Al mismo tiempo, vamos conociendo la realidad del protagonista. Julián Combas. Y en ese viaje alternante, la deliciosa presencia de la literatura lo envuelve todo, con su reclamo y su queja, su grandeza y su fragilidad.
Novela, en su suma, donde el tiempo y el espacio, los personajes y el lenguaje se construyen a partir de la magia.

Palabras de cocaína

La definitiva demostración de la actitud reflexiva de aquellas personas en período de superación de una drogodependencia, a través de un viaje sugerente y cautivador, poético y cotidiano, por la memoria y la nostalgia de un individuo que se reconoce débil ante las oprimentes exigencias del mundo exterior, el mundo normal.
A partir de una técnica próxima al «monólogo interior», nuestro personaje, sutilmente desdoblado en su mundo interlocutor, Aníbal (un espejo que apenas ofrece visos de realidad en tan logrado juego metafórico de presencia del alter ego), se interna en el desarrollo de un diálogo unilateral, enriquecedor y terapéutico.
A través de ese espejo, cualquiera de nosotros puede verse reflejado, haciendo que Palabras de Cocaína nos resulte un relato apasionante de nuestra cotidianeidad, agazapada en la memoria.

El mirlo y la boa

A través de la peripecia de unos personajes arrancados de la oprimente cotidianeidad, que soportan su vital experiancia para poco a poco ir convergiendo hasta lograr resultados de sorpresa que, al menos, despabilen la sofocante atmósfera e iluminen el agrio ademán nihilista que todo lo envuelve en ese ámbito, representa la denuncia, aunque elíptica o metafórica, de una identidad que agobia, educa, impone, y cuyas consecuencias rayan en la desesperanza y la mera supervivencia por medio del engaño o la apatía. El Mirlo y la Boa sería el maniqueo cartel para una España en la que las víctimas y verdugos, mirlos y boas, consagran el doméstico retrato de una tribu enlutada, plañidera y pícara conviviendo y soportándose a pesar de todo.

La voz geométrica

En estos textos sobresale la preocupación de Fernando Fonseca por dotar al comentario crítico de un impulso, no sólo creativo, sino también re-creativo a partir del asunto tratado, ya sea pictórico o literario.
Tal vez esta característica principal de La Voz Geométrica es la verdadera ocupación creadora de Fernando Fonseca, de quien una prestigiosa revista cultural asturiana llegó a decir… un gran escritor, el más serio de este incierto futuro.